Cosmética corporal

Las personas que tienen desequilibrios de peso, notarán que su piel en determinadas zonas se vuelve flácida y sus músculos parecen más endebles.

En estos casos, las cremas reafirmantes sirven para alisar, tonificar y reforzar la piel. Actúan sobre las fibras elásticas, que son unos pequeños tejidos con la capacidad de estirarse hacía más de la mitad de su tamaño.

En este proceso de estiramiento y encogimiento de la piel, esta se deforma y da lugar a desperfectos corporales como las estrías. Por este motivo, las cremas reafirmantes evitarán su aparición o las corregirán mediante su acción alisadora de la piel.

Este tipo de cremas pueden ayudar a combatir la flacidez de la piel y mejorar la tonicidad cuando esta ya se ha producido. Además, es muy importante llevar una dieta sana y equilibrada, beber abundante agua, masajear las zonas afectadas y realizar algún tipo de actividad física.

Actualmente, existe una extensa gama de cremas reafirmantes en el mercado y, lógicamente, cada una de ellas presenta una función diferente. A continuación, os presentamos una serie de ingredientes más comunes en estas cremas:

• El colágeno es uno de los componentes más comunes en este tipo de productos. Se trata de una proteína que tiene la capacidad de restaurar los tejidos de la dermis y las células epiteliales.
• La elastina es una proteína que forma parte de las células de nuestra piel y juega un papel fundamental para mantener el buen estado de las fibras de este órgano.
• La coenzima Q10 es un componente sintetizado, muy utilizado en cremas reafirmantes por sus excelentes efectos nutrientes y su capacidad de proteger a este órgano contra agresiones externas.
• La vitamina A o retinol ayuda a contrarrestar los efectos dañinos del sol y, previene las primeras arrugas y tiene un efecto exfoliante.
• La vitamina C ayuda a proteger la piel contra las quemaduras del sol. Además, es perfecta contra las manchas, la aspereza y falta de luminosidad; y un potente aliado contra los agentes que favorecen el envejecimiento de la piel.
• La vitamina E es un gran antioxidante y un buen protector de colágeno. Contrariamente, puede provocar efectos adversos en determinadas personas.
• La glicerina es un potente hidratante. Su acción es importante, si se tiene en cuenta que una de las principales dolencias que afectan a la piel es la sequedad.
• El ácido hialurónico es un humectante que mantiene la piel suave y firme; y la protege contra los efectos negativos del ambiente.
• Los Alfa hidroxiácidos (AHA) son sustancias procedentes de dos azúcares naturales de las frutas, como son el ácido cítrico y el málico. Su principal virtud es que regeneran la piel, eliminando las células muertas de la misma y dotándola de una mejor apariencia.

Es importante también mencionar algunos ingredientes que también se encuentran en la mayoría de cremas reafirmantes como:

• Las algas son uno de los productos más utilizados en estos momentos en medicamentos y cosméticos por sus extraordinarias propiedades. Se introducen en las cremas reafirmantes porque son ricas en yodo, magnesio, calcio y vitamina E. También tienen propiedades antioxidantes, ayudan a la regeneración celular y mejoran la circulación sanguínea.
• El ginseng es beneficioso contra los perjuicios que causa en la piel, el sol, el estrés o los contaminantes externos. Favorece la elasticidad de la superficie cutánea.
• La jalea real hidrata la piel y mejora su elasticidad. Además de retrasar el proceso de envejecimiento y eliminar las impurezas.
• El aloe vera se encuentra en múltiples cosméticos, entre los que se encuentran las cremas reafirmantes. Sus dos principales activos son su capacidad de hidratación y de eliminar las impurezas y la piel muerta.

La actividad de aplicarse una crema reafirmante no implica ninguna dificultad. Sin embargo, recomendamos seguir unos sencillos pasos para que el producto provoque un mejor efecto.

• En los muslos, la forma correcta de aplicarla es de abajo hacia arriba, presionando ligeramente con los dedos pulgares. La crema reafirmante produce unos efectos extraordinarios en esta zona, puesto que ayuda a terminar con la acumulación de grasa, lo que causa la celulitis.
• En el abdomen, se debe extender la crema a partir de movimientos circulares. Un buen consejo consiste en pellizcar levemente algunas zonas de la piel, lo que mejorará la circulación de la sangre. Esta parte del cuerpo absorbe perfectamente las cremas y aceites, por lo que la aplicación diaria de este producto aportará más resistencia y evitará la flacidez del vientre.
• En los glúteos, la mejor manera de esparcir la crema es en el sentido de las agujas del reloj, comenzando desde la parte central de los glúteos y terminando en las caderas.
• En el busto, debemos extender la crema en movimientos de media luna, en dirección a la axila.

Recomendamos aplicar este tipo de cremas reafirmantes después de una correcta exfoliación en la piel para favorecer la penetración del producto en las capas internas de la dermis. Por ese motivo, recomendamos aquellas cremas que contienen proteínas de tipo soluble, ya que alcanzan de forma más rápida las capas profundas de la piel.

Cuando hablamos de cremas reafirmantes, podemos encontrar multitud de productos de diferentes marcas. La correcta elección vendrá determinada por los ingredientes que contenga la crema y los resultados que queremos conseguir.

Para este tipo de productos reafirmantes podemos encontrar marcas tan conocidas como Shiseido y Clarins.

Con el paso de los años, el ser humano ha recurrido a formulaciones que contribuyen a la salud de la piel, tal es el caso de los exfoliantes. Productos que permiten la eliminación de células muertas, escamas e impurezas que se depositan en la superficie de la epidermis.

Es importante saber que cada día se forman nuevas células en la capa más profunda de la piel, las cuales van subiendo hasta alcanzar la superficie, proceso que suele durar entre 28 y 30 días. Esta creación de nuevas células impide que la epidermis se desgaste, pero da lugar a la acumulación de residuos que pueden ocasionar problemas a la piel como la obstrucción de poros y la apariencia opaca.

La exfoliación de la piel o peeling es una parte muy importante de tu rutina de belleza para eliminar las células muertas e impurezas que se acumulan por la contaminación, malos hábitos y restos de suciedad. Este tipo de tratamiento no debe realizarse a diario, ya que puedes conseguir secar y escamar tu piel. Lo recomendable es efectuar el tratamiento cada una o dos semanas y, si eres constante en pocos días, observarás como tu piel cambia y luce más espléndida.

En el mercado podemos encontrar una extensa gama de productos exfoliantes según la necesidad de cada piel y que son una excelente opción para limpiar y purificar la piel. La correcta aplicación del exfoliante se hace con la ayuda de una esponja, aunque también puedes aplicar directamente el producto con tus manos.

Para empezar, aplica la cantidad indicada de producto y suavemente masajea sobre la piel con movimientos circulares para ayudar al rendimiento del tratamiento. Es muy importante aplicar el exfoliante sobre la piel húmeda y limpia, ya que si hacemos la exfoliación sobre la piel sensible o seca puedes irritarla. Recuerda también no utilizar exfoliantes corporales para la cara, puesto que son demasiado abrasivos, además de evitar aplicarlo sobre quemaduras del sol o heridas abiertas.

Para finalizar la exfoliación y poder conseguir una piel más hidratada y suave, recomendamos aplicar una crema hidratante o aceite corporal una vez retirado el tratamiento exfoliante.

Entre los beneficios de la aplicación del tratamiento exfoliante podemos encontrar:

• La eliminación de células muertas permite que la epidermis quede limpia, tonificada y lista para recibir los rayos del sol.
• Al ser una limpieza profunda, previene el envejecimiento cutáneo, activa la circulación y favorece una mejor oxigenación de la epidermis.
• Los tratamientos exfoliantes ayudan a eliminar la suciedad acumulada en los poros de la piel como el sudor, el sebo, la polución o los restos de cremas.
• Una exfoliación periódica de todo el cuerpo estimula el sistema linfático y la liberación de toxinas a través de los poros de la piel.
• Es imprescindible utilizar exfoliantes corporales para evitar la formación de vellos enquistados por la depilación.
• Cualquier producto de belleza actúa mejor sobre una piel limpia de células muertas; realizar un par de peelings a la semana es muy recomendable si usamos tratamientos anticelulíticos, así como autobronceadores o reductores.
• Si tenemos la piel bronceada, los exfoliantes corporales harán que tu color se vea más intenso y uniforme; sin manchas ni zonas oscuras.

El mejor momento para aplicar un exfoliante o peeling es por la mañana, ya que es durante la noche cuando existe más actividad de renovación celular y eliminaremos más cantidad de células muertas.

Nuestra piel no solamente se nutre de atenciones externas, sino que su salud depende del estado interior del organismo y de la calidad de vida que se lleve. Por ello, para mejorar el aspecto es muy importante la alimentación e hidratación de nuestro cuerpo.

A pesar de adoptar una rutina de belleza diaria, en muchas ocasiones no damos la importancia que le corresponde al cuidado de las manos. Las manos agrietadas o secas pueden ser un problema diario de muchas personas, por este motivo, es crucial tratarlas como corresponde y con productos específicos para ello.

Unas manos con tendencias a sufrir signos de sequedad serán más propensas también a mostrar signos de envejecimiento prematuro como pérdida de firmeza, arrugas y manchas, y en muchas ocasiones, estos daños delatan un envejecimiento de la piel que no es real, y que con un poco de voluntad, perseverancia y buenos productos cosméticos, podremos conseguir devolverles su belleza y juventud natural.

Entre los principales causantes de la sequedad y deterioro de la piel de las manos debemos destacar las temperaturas extremas, especialmente el frío, un factor que provoca sequedad en nuestra piel, más concretamente en manos, y que puede variar en función de diversos factores como el hereditario o los cuidados que le hayamos dado previamente y a lo largo de los años.

Aparte de revelar la edad, las manos pueden hablar también de nuestro oficio. Seguro que, si pensamos en las manos de un carpintero o un albañil, lo primero que nos viene a la cabeza con unas manos ásperas y callosas, por lo que podemos afirmar que “Las manos son el espejo del alma”, por ello debemos cuidarlas, mimarlas e hidratarlas día a día.

A continuación, os detallamos diferentes consejos y tips a incorporar en nuestra rutina de belleza para el cuidado de las manos:

• La hidratación a menudo es la gran olvidada en el cuidado de las manos, pero es muy importante hidratarlas diariamente, ya que es una zona del cuerpo que tiende a resecarse. Además, es fundamental utilizar productos cosméticos que contengan protección solar, porque, aunque no nos demos cuenta, siempre están expuestas al sol. Cabe recordar que debemos acostumbrarnos a aplicar una crema de manos hidratante cada día, a ser posible mañana y noche, para evitar la sequedad y la piel agrietada, como consecuencia del frío y demás factores.
• Las manos son nuestra principal herramienta de trabajo. Es crucial el uso de guantes para protegerlas de productos agresivos como los de limpieza e incluso cortes.
• Aparte de la higiene y el lavado de las manos, hay que tener especial cuidado en el secado de estas. Uno de los mayores enemigos de las manos es la humedad y, por tanto, hay que secarlas correctamente para que la piel no se agriete.
• En el cuidado de las manos, es recomendable hacer una manicura a la semana. No es necesario que acudas a un centro especializado, con el recorte de las uñas, la retirada de las cutículas y un limado para evitar roturas será suficiente.
• Aconsejamos una exfoliación semanal de nuestras manos, para eliminar las pieles muertas que se quedan sobre la dermis y así poder absorber mejor las cremas que apliquemos.
• La alimentación también es otro aspecto clave en el cuidado de nuestras manos. Una dieta rica en frutas y verduras nos aporta vitaminas que pueden prevenir las manchas o proteger de los rayos del sol.
• Recomendamos evitar lavar las manos con agua caliente para no deshidratarlas. Además, hay que proteger nuestras manos del frío y evitar comernos las uñas, ya que esta mala costumbre podría derivar en graves afecciones de carácter bacteriano.