Parafarmacia

Los productos cosméticos de parafarmacia poseen principios activos en más concentración que los cosméticos tradicionales, por ello son mucho más efectivos. Además, consiguen incorporar los principios activos más usados y buscados y en una concentración muy superior, por lo que logran un efecto mucho más eficaz.

Los principios activos más comunes son:

• Ácido Hialurónico: Un componente necesario para unir las fibras de colágeno y elastina, importantísimo para mostrar una piel saludable. También conocido por su capacidad asombrosa de mantener la hidratación, gracias a sus moléculas que pueden absorber hasta 1000 veces su peso en agua.
• Ácido Glicólico: También conocido como AHA, es un derivado de los ácidos de frutas y sus propiedades más destacadas son los exfoliantes y humectantes. Penetra las capas superiores de la piel, aquellas que muestran signos de deterioro, por la edad, por la exposición solar, el acné u otros problemas, y destruye las sustancias que adhieren la piel muerta a nuestras capas superiores de la piel. Además, refuerza los humectantes naturales tras la exfoliación, lo que lo hace menos agresivo y más efectivo que otros exfoliantes de origen puramente químico.
• Ácido Láctico: También conocido por sus propiedades bactericidas y despigmentantes, es un componente imprescindible en muchos tratamientos de cosmética facial. Entre sus beneficios encontramos la capacidad de mejorar la piel con problemas de psoriasis o con una producción excesiva de sebo gracias a su poder astringente. Renueva las células y estimula la producción natural de colágeno.
• Ácido Salicílico: Uno de los componentes clave en la lucha antiacné. Conocido por su poder regenerador, antiqueratoso y sus propiedades antisépticas que combaten los microbios y los microorganismos que pueden provocar infección en comedones y pústulas.
• Vitamina A: También conocida como retinol, también ayuda a la formación de colágeno y de ácido hialurónico, necesarios para mantener una piel más sana, elástica y joven. Altamente conocido por su poder antiarruga, antioxidante, atenuador de los poros dilatados y regulador sebáceo.
  ● Vitamina B: Ayuda a reparar la piel y previene el envejecimiento cutáneo, muy importante a la hora de tratar cicatrices, marcas y heridas. Mitiga el fotoenvejecimiento cutáneo, por lo que es perfecta para las cremas con protección solar. Mejora la textura de la piel, alisándola, lo que lo convierte en un componente clave para los tratamientos antiarrugas.
  ● Vitamina C: Gran conocido antioxidante e iluminador, ofrece a la piel una protección extra si se expone a la luz ultravioleta, protegiendo las membranas celulares y las proteínas como el colágeno, presentes en las capas profundas de la piel. Es antiinflamatoria, por lo que también se utiliza en productos para evitar la reaparición de brotes de acné.
  ● Antioxidantes: Frenan el proceso del envejecimiento producido por los radicales libres y su activación a través de procesos como los rayos del sol, que lo aceleran. También ayudan a eliminar el estrés cutáneo y otras sustancias nocivas como la contaminación del aire, el tabaco o el alcohol y las grasas ingeridas. Por tanto, ayuda a frenar la sequedad de la piel, las manchas, las arrugas prematuras y otras alteraciones.

En la actualidad, el cuidado de la piel corporal puede equipararse con el cuidado de la piel facial, y existen ya tratamientos para el cuidado y la mejora de todo tipo de problemas y todo tipo de pieles, productos de calidad y en constante evolución que han logrado conseguir un papel muy importante en nuestras rutinas de belleza diaria.

Los productos de cosmética corporal de parafarmacia abarcan todo tipo de soluciones ante problemas específicos, y son ultra respetuosos con la piel, gracias a sus componentes exclusivos y tolerables por la epidermis. Además, gracias a sus formulaciones, la cosmética corporal de parafarmacia nos garantiza múltiples beneficios a corto y largo plazo.

Los productos de parafarmacia suelen caracterizarse por ser más tolerados por las pieles con tendencia a sensibilizarse, a mostrar reacciones atópicas o con mayor irritabilidad ante los cosméticos tradicionales. Ello es debido a sus delicadas formulaciones, que incluyen una mayor cantidad de principios activos e ingredientes de origen natural, como podría ser el agua termal, o eliminan la presencia de muchos componentes químicos que pueden crear reacciones en la piel, como son los parabenos, las fragancias o el alcohol, además de haber sido desarrollados y testados por dermatólogos.

• Fórmulas libres de parabenos: estos componentes químicos se muestran presentes en muchas composiciones cosméticas, principalmente para favorecer a su conservación y alejar posibles bacterias, no obstante, y según varios estudios, la OCU recomienda evitarlos en la mayor medida posible, ya que, algunos pueden llegar a alterar el equilibrio hormonal de nuestro organismo.
• Fórmulas libres de alcohol y/o fragancias: estas materias tienen a resecar la piel, y son la principal causa de descamaciones, irritaciones y rojeces. Habitualmente, suelen incorporarse en las formulaciones de los cosméticos para aromatizarlos, no obstante, son varias las marcas de parafarmacia que prescinden de ellas para garantizar reacciones adversas sobre la piel.
• Fórmulas hipoalergénicas: actualmente y cada día más, van apareciendo diversas reacciones alérgicas o problemas de intolerancias, por ello los productos hipoalergénicos disminuyen el riesgo de dichas reacciones sobre la piel del cuerpo, a la vez que mantienen su correcto equilibrio y le ofrecen elementos indispensables para que aumente su poder de autodefensa.
• Fórmulas orgánicas: nuestra piel absorbe hasta un 60% de ingredientes de los cosméticos utilizados. Los cosméticos orgánicos cuentan mínimamente con un 95% de ingredientes de origen natural y es por ello cada vez más va incrementando el número de adeptos a dichas formulaciones, ya que varios productos de cosmética corporal incluyen componentes químicos que pueden derivar en graves enfermedades cutáneas o alteraciones hormonales.

En la sección de cosmética corporal de parafarmacia de l’Store by La Perfumeria podrás encontrar un amplio catálogo de productos de las mejores marcas capaces de cubrir las necesidades de todos los tipos de piel, permitiéndote lucir una piel luminosa, joven y, ante todo, sana.

El cabello es un reflejo de nuestras emociones y nuestro estado de ánimo, y consecuentemente debemos cuidarlo como se merece y tratarlo con productos adecuados y específicos para cada usuario. Además, no tan solo bastará con mimar el cabello, sino que también debemos tener en cuenta el cuero cabelludo, quizás la zona más fotosensible del cuerpo, ya que es la que menos se expone al sol. Por ello, los productos para el cabello de parafarmacia son una perfecta opción para mantener, mejorar y prolongar la salud capilar, y darle al cabello un plus de vitalidad, fuerza y brillo.

El cuero cabelludo es la piel del cuerpo que cubre el cráneo y presenta una alta cantidad de ramificaciones y vasos sanguíneos, los cuales se encargan de aportar a la fibra capilar los nutrientes necesarios para que se mantenga sana y crezca fuerte y resistente.

Una mala alimentación, la falta de sueño o el estrés son tan solamente algunas de las causas ante la producción de un cabello débil, o peor aún, la no producción de cabello, derivando así en una alopecia prematura. Por ello, no tan solo debemos cuidar el cabello por fuera, sino que lo imprescindible es cuidarlo por dentro.

El problema más común derivado del cuero cabello es la tan temida y molesta caspa. Se trata de una descamación de la piel, generalmente producida por una dermatitis seborreica. Como resultado, pequeñas escamas blancas o amarillentas inundan nuestro cabello, provocando posibles picores, irritaciones o escozores.

Los productos de cabello para parafarmacia son la alternativa más saludable para el cuidado del cuero cabelludo, ya que generalmente cuentan con fórmulas cuidadosas y respetuosas que favorecen a una pronta recuperación del problema. Para ello, deberemos iniciar un tratamiento en el que incluiremos champús, acondicionadores y mascarillas para tratar la sensibilidad del cuero cabelludo, así conseguir fortalecerlo, hidratarlo y mejorar su resistencia.

La continuación del cuero cabelludo recibe comúnmente el nombre de cabello. Formado principalmente por queratina, se estructura en raíz y tallo y es el encargado de proteger al cuero cabelludo ante las agresiones externas y mantener el calor corporal.

Como podemos ver, el cabello dispone de funciones de máxima importancia para nuestra salud, por ello debemos cuidarlo día tras día con productos específicos para cada tipo de cabello, mantenerlo siempre con una buena higiene y aportarle vitaminas y nutrientes para que crezca fuerte y sano.

La estética es otro punto en que el cabello juega un papel muy importante, ya que diariamente van cambiando las modas, y cada una de ellas conlleva cambios en el peinado, bien sean de corte, de color o de styling.

• Proteger el cabello de las coloraciones. La coloración es un proceso por el cual se somete el cabello para cambiar su tonalidad. Existen varios tipos de coloración y cada una de ellas conlleva daños de menor a mayor gravedad para la salud del cabello. Por ello, debemos recordar hidratar y nutrir el cabello sometido a coloraciones, y a su vez, utilizar productos protectores del color para evitar su desgaste y la pérdida de brillo.
• Proteger el cabello de las herramientas de styling. Cada look exige un estilo de peinado diferente y en la actualidad existe una gran variedad de herramientas de peinado para lograr el acabado deseado. La gran mayoría someten al cabello a altas temperaturas, permitiéndonos moldearlo a nuestro antojo. Debido a ello, nunca debemos olvidar aplicar productos de protección térmica antes de usar planchas, secadores o rizadores, y tras su uso, aportar un plus de hidratación al cabello para ensalzar su brillo y luminosidad.

Todo producto cosmético debe seguir unas pautas de utilización y recibir una correcta aplicación para poder ofrecernos óptimos resultados. Dejando a un lado la calidad del producto, si este no es aplicado de la manera adecuada, jamás podremos observar mejora o cambios en la salud capilar.

A continuación, te indicamos unas breves pautas para conseguir una buena rutina para el cuidado del cabello:

• El primer paso a seguir es la aplicación del champú. Debemos utilizar un producto adecuado a las necesidades de nuestro cabello (rizado, liso, encrespado, sin volumen…) y masajear suavemente, con movimientos circulares y de manera uniforme con ambas manos. Seguidamente, debemos aclarar bien con agua tibia, ya que las temperaturas extremas podrían dañar el cabello.
• Llega el momento del acondicionador. Este producto suaviza la cutícula del cabello y facilita su desenredado, evitando así la rotura de las fibras y proporcionándole un tacto sedoso. Para su correcto uso, debemos aplicarlo sobre el cabello húmedo y siempre sobre el cabello, no sobre el cuero cabelludo. Debemos dejarlo actuar 1 o 2 minutos y aclarar con abundante agua tibia.
• Finalmente, embellecer con un sérum. Los tratamientos de acabado nos ayudan a potenciar cualidades del cabello, bien sea mejorar el brillo, realzar el volumen o evitar el encrespamiento. Para ello, deberemos elegir el producto adecuado a la propiedad que queramos ensalzar y aplicar una pequeña cantidad sobre el cabello húmedo, o tras el secado, siguiendo las instrucciones precisas de cada producto.

Siguiendo estos sencillos consejos generales al aplicar tus productos para el cabello de parafarmacia, lograrás resultados visibles en poco tiempo y además mantendrás una buena salud capilar. En caso de que necesites otros cuidados específicos, como por ejemplo para tratar la dermatitis o frenar la caída del cabello, lo mejor es que acudas cuanto antes a tu dermatólogo y sigas las recomendaciones necesarias para tratar tu problema.

Amamos el sol y nos sentimos atraídos por él de forma innegable. Nos proporciona calor, aumenta la producción de algunas hormonas y vitaminas, estimula nuestra melanina, y tiene muchos beneficios para nuestro organismo.

Pero también conlleva muchos riesgos y puede ocasionar daños irreparables.

Los productos solares de parafarmacia cuentan con fórmulas que no sólo protegen, calman o ayudan a que los rayos solares sean beneficiosos, sino que también son los más respetuosos con la piel. Se enfocan en productos específicos para pieles con necesidades concretas como pueden ser las sensibles, atópicas, las de los niños o las de personas con alergias solares.

Existen muchos motivos por los que hay personas que eligen no exponerse al sol, pero a pesar de ello quieren lucir un aspecto bronceado y saludable. Su mejor opción es recurrir a los autobronceadores, que aportan un tono uniforme, de manera muy rápida y en ocasiones durante un largo periodo de tiempo.

Los autobronceadores de parafarmacia, tienen el añadido de haber sido desarrollados para minimizar el riesgo de alergia o reacción cutánea, por lo que son la opción ideal para, además, cuidar de nuestra piel.

Los podemos encontrar en distintos formatos, desde lociones hidratantes como las de Vichy.

Los protectores solares son los encargados de prevenir que los rayos ultravioleta (UV) lleguen a las capas de nuestra piel. Existen dos tipos de radiaciones ultravioleta: los rayos UVA y los rayos UVB. Los primeros son los que más profundamente penetran en la piel, provocando daños que permanecen en el tiempo y que pueden llegar a ser irreversibles. Los segundos son los que penetran en las capas superiores y provocan las horribles quemaduras solares.

Siempre que nos mantengamos expuestos al sol, sea la época del año que sea, estamos recibiendo radiación solar nociva. De ahí la importancia de protegernos, cuidar nuestra piel y mantenerla sana.

La protección solar se mide gracias al factor de protección o SPF, que nos indica el tiempo que nos puede proteger la película del protector solar frente al sol sin quemarnos. Es por ello que se aconseja utilizar protecciones muy altas para pieles que no puedan tolerar ni una mínima quemadura o daño cutáneo, como los niños muy pequeños o las personas mayores.

También es importante hacer un buen uso de los protectores solares, ya que no activan por completo su escudo protector hasta pasados 20 o 30 minutos. Recordar la importancia de la reaplicación cada vez que se transpire o se moje la piel.

Los protectores solares de parafarmacia son la opción perfecta para utilizar en todas aquellas personas que se preocupan no solo de proteger su piel contra los daños nocivos del sol, sino también que desean mantener una piel bonita, sana y protegida más allá del momento de exposición solar. Por ello, son la mejor opción para los niños, cuya piel es más sensible, o para personas que deseen combatir el envejecimiento provocado por el sol.

Al exponernos a altas temperaturas o directamente al sol, nuestro cuerpo pierde una gran cantidad de agua en todas sus células, pero más especialmente en las células de la piel. El After sun nos ayuda a mantener el equilibrio lipídico y a compensar esa pérdida de agua.

La aplicación del After sun está rodeada de mitos, el más conocido, y a la vez peligroso, es que solo debe aplicarse cuando hemos sufrido quemaduras solares. Nada más lejos de la realidad, un After sun nos ayuda a recuperar la piel, aunque no observemos ningún tipo de irritación o daño, ya que los daños producidos por la radiación solar no siempre son visibles.

Este producto nos proporcionará un tono bronceado más uniforme y duradero, evitando así el enrojecimiento. También es esencial para rehidratar la piel y aportarle elasticidad tras la tirantez que provoca exponerla al sol, y por supuesto es un aliado imprescindible antioxidante, evitando que nos aparezcan manchas, arrugas o marcas.

Sus texturas son ya muy diversas, siendo agradable para todos. Por tanto, no hay excusa para aplicar After sun a toda la familia.